La sal común contiene solo cloruro sódico y nadie necesita este elemento para vivir. Al contrario, sobrecarga el organismo y nos enferma.
Por su parte, la sal del Himalaya contiene 84 componentes esenciales que son adecuados para nuestro organismo. Es como una especie de “mar primario” capaz de reponer nuestros electrolitos.
Es pues una alternativa natural a la sal común, pero obviamente no deja de “ser sal”, y un elemento que deberíamos controlar en nuestra dieta.
No obstante, si te decides a comprarla, debes asegurarte que es la auténtica, la que proviene de la mina de Jherum, y no de otro lugar de Pakistán.
No obstante, si te decides a comprarla, debes asegurarte que es la auténtica, la que proviene de la mina de Jherum, y no de otro lugar de Pakistán.
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